Este fin de semana ha sido movidito.
Para añadir más actividad a mi ajetreada vida se ha añadido una novedad repentina.
Han propuesto hacer un rodaje en la tienda para la grabación de un espot publicitario.
El jefe ha estado encantado con la idea y ha dado autorización para llevarse a cabo.
Justo al lado, esta ubicado un bonito hotel con una entrada muy característica, por tener en su entrada una pérgola de cristal de gran belleza.
En ese hotel transcurría parte de la acción y
Los directores del rodaje creyeron oportuno convertir la tienda en la cafetería del hotel.
Con un gran entramado, los técnicos cambiaron los rótulos de la tienda y pusieron un mobiliario fantástico para dar gran realismo a la ambientación.
Durante todo el día estuvieron gravando tomas, repitiendo y repitiendo hasta que lograron la secuencia oportuna.
Lo más curioso fue que la acción ocurría en un día de tempestad y el efecto de lluvia lo consiguieron con unas enormes grúas con surtidores de agua.
El efecto era perfecto.
Los actores terminaron empapados y la calle limpísima.
De paso, los técnicos limpiaron los letreros y la pérgola de cristal del hotel, que buena falta le hacia.
Espero ver pronto el anuncio por televisión.