Regrese a Londres después de varios años.
En esta ocasión mi estancia no fue por placer, sino por motivos de trabajo.
Después de confeccionar todo el vestuario para el gran teatro del “Lírica”, empezaron las pruebas de vestuario.
Los ajustes y cambios de última hora se debían realizar a bordo del trasatlántico, y para ello era necesario embarcar en el puerto más cercano.
El 19 de abril el barco hacia una parada en el puerto de Dove, cerca de Londres, y para ello tome un vuelo hacia la capital de Inglaterra.
Llegue el día anterior al embarque, lo cual, me permitió recorrer la ciudad y visitar los lugares mas emblemáticos.
Os dejo esta imagen de mi querido caballito balancín, compañero infatigable de viajes, en la conocida plaza “Picadilli Circus” y como no, frente a las cabinas telefónicas tan típicas del lugar.
Si alguien no conoce la historia del caballito, puede informarse visitando este link: