Eso no significa que la gente no tuviera ganas de disfrazarse y de pasarlo bien, en absoluto, simplemente que se disfrazaron con artículos mas económicos y mas caseros.
Dicen que la necesidad agudiza el ingenio, por ello, este año, los disfraces han sido de lo más original y divertidos.
Por mi parte, el hecho de tener mas trabajo, no impidió que pusiera todo mi empeño en poner la tienda lo mas espectacular posible, exponer los mejores trajes y hacer un escaparate (o vidriera) muy llamativo para intentar atraer al mayor numero de publico posible.
Después de mucho pensar, se me ocurrió que podía ser bastante original crear un decorado que significara el cielo y el infierno, colocando un bello ángel en un fondo blanco y un espectacular demonio con un fondo rojo.
La decoración fue un gran éxito y llamó la atención de cuantos pasaban por la calle.
Os muestro el resultado de la decoración.
Espero que sea de vuestro agrado.