Miep Gies, la mujer que encontró el diario de Ana Frank en el escondite donde se había ocultado la familia de la joven y se ocupó de que no cayese en manos nazis, ha fallecido este lunes a la edad de 100 años. La anciana permanecía ingresada en una clínica desde Navidad, cuando sufrió una caída.
En 1942 Miep trabajaba como secretaria para Otto Frank, padre de Ana, cuando este le confió un secreto.
Habían decidido esconderse para escapar de la persecución a la que los nazis estaban sometiendo a los judíos.
Otto Frank me dijo que pasara por su despacho. Cuando entré me dijo: “Siéntate. Tengo algo muy importante que decirte. Una especie de secreto en realidad. Hemos pensado en ocultarnos aquí, en este edificio. ¿Estarías dispuesta a ayudarnos, a proveernos de víveres?” Yo le conteste que sí, naturalmente.
Miep y su esposo Jan, junto con Johannes Kleiman, Víctor Kugler y Bep y Johan Voskuijl, ayudaron a los ocho judíos escondidos en la parte trasera del numero 263 del Prinsengracht de Ámsterdam. Después de que los nazis descubrieran el refugio y arrestasen a la familia Frank y a los demás fugitivos, Miep Gies se encargó de recoger y proteger de los alemanes los papeles que Ana Frank había estado escribiendo los dos años que permaneció oculta.
En 1945 decidió entregárselo a su padre Otto, el único miembro de la familia que regresó de los campos de concentración. Ana Frank murió de tifus el 12 de marzo de 1945 en el campo de Bergen- Belsen.
Desde la publicación de la obra, Miep viajó por todo el mundo para narrar sus peripecias durante el holocausto y criticar la persecución de los judíos por parte del régimen nazi, lo que le valió numerosos reconocimientos públicos a lo largo de su vida.
Sin ningún tipo de dudas EL DIARIO DE ANA FRANK es el mejor libro que he leído.
Durante toda su lectura no dejé de compartir las emociones que vivieron Ana y su familia durante esos dos años escondidos.
Uno de los recuerdos más imborrables que tengo durante mi estancia en Amsterdam fue cuando visité la casa donde permaneció oculta Ana y su familia.
Una de mis mayores ilusiones es volver de nuevo a esa casa.
Seguro que la visión será completamente distinta a como la vi antes de leer el diario de Ana Frank.
3 comentarios:
Hola Ricard! Gracias por tu información. Des de luego el diario llega muy adentro, cuando lo empecé a leer el estomago y el corazón se me encogía.
Saludos!
Yo he visto la película Ricard que pena que por tanta inconciencia y egoismo las personas tengan que sufrir y pasar por algo así
Me puso la piel de gallina escuchar de su fallecimiento, sin dudas una mujer solidarias de aquellas!!!
Besos tesoro!!!
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