ME LLAMO MARIAN POR TI…

¿Cómo os quedaríais si alguien que acabais de conocer os dice: yo me llamo igual que tú, por ti?
Pues precisamente eso ocurrió en una ocasión en una reunión de amigos.
Marian es una gran peluquera especializada en artistas y personajes del mundo del espectáculo.(Señora de la derecha de la imagen).
Hemos trabajado juntos en varias ocasiones y tenemos grandes conversaciones durante las largas esperas en los camerinos o pasillos mientras los artistas están actuando.
En una ocasión nos encontrábamos en los pasillos de un gran teatro charlando con una soprano del coro Amici Musicae de cosas intrascendentes.
La soprano, también llamada Marian, comentaba que dejó de ir a una peluquería porque permitían fumar y salía con olor a tabaco en el pelo y en la ropa.
Marian, la peluquera, dijo: yo en mi peluquería no permito fumar a nadie, desde un dia que tuve una queja de una mujer embarazada y además porque no tengo necesidad de tragar el humo de nadie.
Donde esta tu peluquería? Preguntó Marian (la soprano)?
En San Ignacio de Loyola, contestó la peluquera.
Antes la tenía en Can Franz, y era propiedad de mi padre, pero me cambié posteriormente.
Marian (la soprano se quedó pensativa)
Y dijo a continuación: YO ME LLAMO MARIAN POR TI…
Todos los que estábamos reunidos nos quedamos muy sorprendidos de la repentina contestación de Marian (la soprano).
Por mi?...contestó la peluquera sorprendida.
Si.
Tu padre se llamaba Miguel Ibarz? - Preguntó la soprano.
Si, le dijo la peluquera todavía con cara de sorpresa.
Mi madre trabajaba en la peluquería de tu padre cuando estaba embarazada.
Siempre me contaron que el jefe tenía una niña preciosa llamada Marian y a mi madre le encantaba ese nombre.
...Y cuando yo nací me pusieron tu nombre.
Y mientras hablabas, mi mente empezó a hacer cabalas y he deducido que aquella niña llamada Marian eras tú.
Casualidades de la vida han permitido que después de 55 años dos personas con un nombre en común y una curiosa identidad se encontraran en el lugar mas inesperado.

Tengo el consentimiento tanto de Marian (la Peluquera) como Marian (la soprano) para publicar la curiosa anegdota y colgar sus imágenes en este medio.
Agradezco la amabilidad y mi total agradecimiento a tan maravillosas personas.