BRINDA POR EL MOLINO

Todavía recuerdo cuando sus aspas todavía giraban.
Que recuerdos aquellos…
El famoso Molino de Barcelona parecía que nunca iba a desaparecer y que los años lo habían hecho inagotable, pero como todo tiene un principio también todo tiene un final.
Voy a contar mi experiencia más directa con el desaparecido y legendario Teatro.
Fue en el 1993 cuando por mediación de un empresario del mundo nocturno de la hostelería que se puso en contacto conmigo para proponerme la confección del vestuario de quien seria la primera figura del Molino en la nueva producción.
Yo en esa época me dedicaba a la confección de vestuario de espectáculo y todo lo relacionado con la farándula.
Así, rápidamente me puse en contacto con la que seria la nueva súper vedette y tuve el gran placer de conocer, personalmente, a Lidia Moreno, una gran artista, actriz y cantante. Su voz es prodigiosa y, como dicen en el argot artístico, se come el escenario.
Desde un primer momento conectamos estupendamente y después de hacer los respectivos diseños para los números solistas y apoteosis final, le preparé un muestrario de tejidos apropiados para sus nuevos modelos.
Ella quedó fascinada con las propuestas, pues los tejidos eran fantásticos recien traídos de mi último viaje a Gran Canaria.
Empecé con la confección de los vestidos y no podía negar que me hacía una tremenda ilusión ser el creador del vestuario de una gran artista como Lidia Moreno.
Ella, encantada con los modelitos habló con el empresario del teatro, Roberto Serrano, y le dijo que yo me ocupaba de su vestuario y que estaba muy contenta con los nuevos diseños que luciría en la nueva producción.
El empresario, muy intrigado por saber quién era yo, me citó un día en su despacho para hablar conmigo.
En esa reunión, para mi sorpresa, me propuso ocuparme de los diseños de la apoteosis final de todo el cuerpo de baile.
Me puse manos a la obra con los diseños y, sin ninguna duda, saqué lo mejor de mí para crear unos diseños de lo más novedosos y espectaculares que presenté en el más mínimo plazo de tiempo.
En aquel momento no sólo quedé contratado para diseñar, sino que también para confeccionar la apoteosis final del elenco, un número de samba de Silvia Parquer con los bailarines y, algunos trajes más de otros artistas del espectáculo.
Fue una gran tarea llevar a cabo tanto vestuario y tuve que dedicar muchas horas en su elaboración pero, como todo en esta vida, tubo su evidente recompensa y el espectáculo “BRINDA POR EL MOLINO” fue un rotundo éxito llegándose a poner el cartel de “no hay entradas” en varias ocasiones.
Evidentemente no fui el único que se ocupó del vestuario del espectáculo, también Mercedes (cuñada del desaparecido empresario teatral Colsada). La Sombrerería Mercade, que se ocupó de los sombreros y tocados. Bustos se ocupó de las plumas, pero la inmensa mochila blanca de plumas de Lidia Moreno fue totalmente elaborada por mi.
En la imagen del día del estreno, que os muestro, en el final todo el elenco y en el centro (de negro) el empresario Roberto Serrano. Y si os fijáis bien, justo debajo del brazo izquierdo del empresario se ve mi cabeza.
ALLI ESTABA YO conteniéndome la lógica emoción del momento al estar sobre el escenario y sabiendo que en el patio de butacas estaban sentadas todas las grandes figuras del espectáculo de Barcelona y la prensa más importante para lanzar su critica en las próximas ediciones de todos los periódicos.
Momento inolvidable y recuerdo imborrable sin duda alguna.