Han pasado muchos años pero todavía no dejo de reírme cada vez que me acuerdo.
Fue un domingo de primavera cuando, después de un largo paseo por Barcelona, decidimos ir a comer a un restaurante estupendo que había cerca de casa.
Aunque ya no existe, recuerdo que su nombre era O’Furancho y era frecuente encontrarse con algunos vecinos del barrio comiendo en él.
Me encontraba con mis padres y mi hermana comiendo los primeros platos cuando vimos aparecer por la puerta a mis tíos, que en aquella época, tenían una pastelería.
Ambos se pasaban el día amasando las pastas y pasteles. totalmente artesanos. que con gran éxito vendían en el establecimiento.
Se notaba que estaban cansados de haber estado toda la noche trabajando en el horno para tener sus productos a punto para venderlos ese domingo.
Ellos también estaban en el O’Furancho para comer pero tenían que esperar porque el comedor estaba lleno y no había ninguna mesa libre, con lo cual se quedaron junto a nosotros mientras esperaban.
Ella, mientras comíamos, apoyando sus brazos en nuestra mesa y reclinándose hacia adelante empezó a contarnos como fue el día en la pastelería.
“…Que si se terminaron todos los pasteles, que si los bombones estaban riquísimos, que si tal, que si cual….”
Nosotros, que seguíamos comiendo, no dejamos de fijarnos en un precioso colgante que prendido de una cadena de oro lucia en su cuello.
Verdaderamente llamaba la atención.
Realmente no se apreciaba si era una imagen de una Virgen o un Cristo o algo así.
Por un momento creímos que era algo abstracto pero muy delicado y elegante. Tampoco podamos apreciar de qué material estaba hecho, pero parecía como una fina porcelana esmaltada, insisto, muy delicada y seguro que exclusiva de alguna joyería.
Los cuatro, no dejábamos de mirar la magnifica joya que prendía de su cuello, y ella, durante todo el tiempo no dejaba de hablar.
Nuestra curiosidad no pudo más y al fin decidimos preguntarle por su nueva alhaja.
- Oye, por cierto, que bonito el nuevo colgante que llevas en el cuello - le pregunte - ¿Te lo ha regalado tu marido?
Y ella mirando el colgante contesto,
- Pero bueno,… como es posible. Fíjate donde ha ido a parar un trozo de masa de los cruasanes que hemos estado preparando antes de venir a comer y no me había fijado.
Os aseguro que esto ocurrió de verdad.
domingo, 27 de diciembre de 2009
EL COLGANTE EXCLUSIVO
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6 comentarios:
jajaja sí que es una anécdota para recordar toda la vida jajaja
Es que en pastelería, algunos productos son verdaderas joyas jajaja
Ricard he estado mirando los trajes, fa bu lo sos!!!, cuanta creatividad, paciencia hace falta.
Mira que he realizado cosas, pero coser o cortar ropa no!!!. solo un botón, cambiar un cierre, hacer un ruedo. Durante este año estuve pensando en aprender para hacer cortinas, cubrecamas y demás cositas del hogar.
Besos
Me alegro mucho que te gusten Graciela.Toda mi vida la he dedicado a confeccionar vestuario para espectaculo, teatro, cine, baile, etc. Ahora trabajo en una empresa y tengo un equipo estupendo que confecciona mis diseños y los encargos que me hacen. Entre ellos esta Luci, que tu tambien conoces.
Un abrazo.
Ricard
Conocer un diseñador no es cosa común Ricard, 'diseñador' digo porque no sé como se le llama al trabajo que haces.
Guau entre telas, moldes, Luci también, el perfume del teatro...eso si lo he vivido colaborando para el grupo de teatro "Grillos" de mi ciudad. Quizás en el año que está por llegar, le dedique buena parte de mi tiempo.
El grupo se conforma de niños y adolescentes con capacidades distintas y los que no. No se nota nada en los actores, solo los que usan sillas de ruedas, y la emoción al final del año es indescriptible.
Besosss
Dí que no me caso más jajaja de otra manera te encargaba el vestido de novia...chauuuu
Ricard sabes que cuando escribes acabas dando una sorpresa al final y eso me gusta, gracias por compartir tu historia, FELIZ AÑO NUEVO
Hola Ricard!, pues no seria mala idea crear una linea de bisutería comestible,seria más barata y si la pierdes tampoco seria un serio problema,te imajinas unos pendientes de chocolate negro , la persona que los llevase sería más apetecible.
Saludos!
Poco me durarían a mí los pendientes de chocolate negro, no se lo que es más peligroso para mí , la bisuteria o la pasteleria.
Con cariño
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