Un jardinero que había contratado para ayudarme a reparar mi cesped ,acababa de finalizar un duro primer día de trabajo.
Su cortadora eléctrica se estropeó y le hizo perder una hora de trabajo.
Ademas su antiguo camión se negó a arrancar.
Tube que llevarle a su casa en mi coche.
Mientras lo llevaba, permanecia en silencio.
Una vez que llegamos, me invito a conocer a su familia.
Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol y toco las puntas de las ramas con ambas manos.
Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación.
Su bronceada cara estaba plena de sonrisas.
Abrazo a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa.
Mas tarde, se despidio de mi y me acompañó hasta el coche.
Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunte acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes.
- ¡Ah! Ese es mi árbol de problemas. – contestó -
Se que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos.
Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa.
Luego en la mañana los recojo otra vez.
Y continuó sonriendo:- Lo divertido es que cuando salgo por la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber dejado el dia anterior.
lunes, 15 de marzo de 2010
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3 comentarios:
Ricard hola!
Tendría que existir árboles en las puertas de los trabajos! hay gentes que lleva todo allí.
Por otro lado es cierto, si te acuestas con un problema en la cabeza, al despertar todo se mira de otro color, me lo enseñó una de mis abuelas.
Buena semana y besos!
Pues sí, cuánta razón llevas, habría que saber aparcarlos, y aún no sabemos, bueno, no sé, que hay gente que lo hace muy bien, yo, estoy en ello, siempre aprendiendo...
Pero es cierto.
Besito
Qué bonito!
Yo tengo un árbol que se llama óscar cuando lo veo se me pasa todo!
Besinos
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