Recuerdo que en una revista, hace algún tiempo, apareció la siguiente anécdota maravillosa de la mano del escritor Daniel Nyarirangwe:
Después de veintiún años de matrimonio, descubrí una nueva manera de mantener viva la chispa del amor.
Hacia poco había comenzado a salir con otra mujer.
Eso fue idea de mi esposa.
-Se que la amas -me dijo un día tomándome por sorpresa.
-Pero yo te amo a ti- le respondí.
-Lo se. Pero también la amas a ella.
La otra mujer a quien mi esposa quería que yo visitara era mi madre, que es viuda desde hace diecinueve años.
Las exigencias de mi trabajo y mis tres hijos habían contribuido a que solo la visitara de vez en cuando.
Esa noche la llame para invitarla a cenar e ir al cine.
-¿Que te ocurre? ¿Estas bien? - me preguntó.
Mamá es el tipo de persona que supone que una llamada tarde en la noche o una invitación sorpresiva es indicio de malas noticias.
-Creí que seria agradable pasar algún tiempo contigo - le respondí.
-Los dos solos...
Luego de pensarlo por un momento , dijo:
-Me gustaría muchisimo.
Este jueves, después del trabajo, me sentía algo nervioso mientras conducía el auto para recogerla.
Cuando llegue a su casa, vi que ella también parecía estar nerviosa.
Me esperaba en la puerta con el abrigo puesto.
Se había rizado el cabello y llevaba el vestido con el que celebró su ultimo aniversario de bodas.
Irradiaba una sonrisa como la de un ángel.
Les dije a mis a amigas que que iba a salir con mi hijo, y eso las impresionó mucho, me dijo mientras subías al auto.
-Están locas por enterarse de los pormenores de nuestra velada. -dijo ella.
Fuimos a un restaurante que, aunque no era elegante, si era muy acogedor.
Mi madre se aferro a mi brazo como si fuera la Primera Dama de la nación.
Una vez que nos sentamos, tuve que leerle el menú.
Ella no podía leer mas que las letras grandes.
Luego de que comenzamos a comer, levante las vista y vi que mamá me estaba mirando fijamente. Una sonrisa nostálgica se dibujaba en sus labios.
-Era yo quien tenia que leer el menú cuando eras pequeño -me dijo.
-Ahora te toca a ti relajarte y permitirme que yo haga lo mismo.-respondí.
Durante la cena tuvimos una conversión amena, nada de extraordinario, solo poniéndonos al día el uno al otro.
Hablamos de tantas cosas que nos perdimos el cine.
Cuando llegamos de regreso a su casa, ella dijo:
-Estoy dispuesta a a volver a salir contigo, pero solo si me dejas ser la que invita.
-¡De acuerdo! -le contesté.
-¿Como estuvo la velada? -me preguntó mi esposa cuando llegué a casa aquella noche.
-Muy agradable -le respondí- Mucho mas de lo que pudiera haberme imaginado.
Días mas tarde mamá murió de un infarto.
Fue tan súbita su muerte que no tuve oportunidad de hacer nada para ayudarla.
Pasado algún tiempo recibí un sobre con una cuenta del restaurante donde había cenado con mi mamá.
Tenia además una nota que decía: "Pagué esta cena por adelantado".
Estaba casi segura de que no iba a poder acompañarte`, pero igual pagué por dos comidas: una para ti y otra para tu esposa.
Jamas podrás imaginarte lo mucho que aquella noche significó para mi. ¡Te amo!
En este momento comprendí la importancia de decir a tiempo: "Te amo", y de darles a nuestros seres queridos el tiempo que se merecen.
"Nuestro futuro lo escribimos nosotros;
Por tanto, procuremos mejorar nuestra caligrafía si queremos que nos guste nuestra biografía".
19 comentarios:
Hola Ricard y seguidores de Ricard...todo el que desee partcipar en la campaña contra los mitos del autismo y tenga un blog o pagina web,poneros en contacto conmigo aquí santisycris2@hotmail.com GRACIAS.
Hermosa y conmovedora entrada RICARD, siempre es importante expresar nuestro amor a través de actos y palabras a nuestros seres queridos pues no sabemos a ciencia cierto que puede pasar el día de mañana.
Un abrazo y feliz semana
Ricard ya lo conocía y me encantó volver a leerla es preciosa ojalá existan muchas esposas así, besos
Ricard, ya lo conocía. En cuanto me puse a leer lo dejé. No porque lo conozca, es que recuerdo que se me caían las lágrimas la primera vez que lo leí y me acabo de pintar los ojos ;)
Besos mi niño guapo
Preciosa y triste historia.
Con una nuera así, da gusto, y si fuésemos tod@s un poco más humanos y sensibles a muchas cosas tendríamos un mundo un poco mejor.
Saludos y gracias por este relato tan bonito.
Es muy importante irse a la cama con el alma bien cenada.
Abrazos y saludos afectuosos!
No conocía esta historia. Llega muy hondo, qué poco hace falta para hacer feliz a un ser querido; es maravilloso.
Abrazos
Me ha emocionado, ojalá todas las suegras fuesen así.
Jamás los hijos deben perder de estar con su mamá y papá, sí los padres debemos comprender que los hijos hacen su vida y nada de meternos en ella!
Bella historia Ricard, besitos a ambos ♥‿♥
ufffffffffffffff!! Ricard ando escribiendote este comentario con lágrimas en los ojos.
Muy bueno amigo, nunca debemos olvidar a los nuestros, y desgraciadamente nuestros padres se hacen mayores y nos lo han dado todo, por esta razón no perdemos el tiempo viendo cualquier película absurda ... porque no descolgar el teléfono y compartir momentos con los nuestros.
Yo esto lo tengo bien presente, para mí no hay nada mejor que la familia, cada uno con sus cosas y sus rarezas, pero somos parte de ellos y nuestros hijos también.
Un besazooooooo y cuidate mucho. Amelia.
Me ha encantado leer la historia que nos traes. Es algo en lo que he insistido yo en varios momentos de mi blog: No cansarnos nunca de decir a los nuestros lo que significan para nosotros; hay gente que espera demasiado para hacerlo y termina quedandose con las ganas.
Saludos!
Joker
Es precioso Ricard... Y tan real que se acaban de llenar los ojos marrones (que tengo) de lágrimas.
Emocionante. Para no olvidar que tenemos que saber decir "te quiero" y dedicar más tiempo a los nuestros. Jó, es que con el tema de los padres, no puedo comentar porque me cuesta mucho. Los tengos a los dos y no imagino mi vida sin ellos.
Un abrazo muy fuerte.
Que triste y a la vez que bonito. Las cosas hay que decirlas a tiempo antes de que sea muy tarde... hasta podría decir que fue la cena de su vida.
Saludos!
Me has puesto los pelos de punta Ricard.
¿Sabes? Tengo una prima de 12 años, siempre que llama por teléfono o se despide, me dice, te quiero mucho. Cuando la escucho, siempre pienso, si dentro de un segundo me pasara algo, ella podría estar tranquila, me acaba de decir que me quiere, y parece mentira, pero con esas dos palabras, dice un mundo.
De nuevo, tu relato me ha emocionado.
Un beso.
Gracias mon amic, es una historia muy bonita. Gracias
Con ternura
SOR.CCILIA
El amor es grande y lo ABARCA TODO TIEMPO Y ESPACIO.
Hola Ricard, hermosa historia que ya conocía. A Dios gracias tengo la suerte de compartir muchos momentos con mis hijos y también con sus parejas, somos unidos, cariñosos, pero como dice Graciela, permitiendo que cada uno tenga su vida, siendo una suegra piola, jajaja!.
Me encantó leerla otra vez.
Besitos para dos ♥
No conocía la historia, es en verdad emocionante y profunda, me ha llegado.
Te dejo un abrazo enorme.
HD
Hola Ricard! descubrí tu blog justo antes de las vacaciones,me encantó.Ahora, ya inmersa en la rutina diaria,he visitado varias veces tu blog y he comprobado que eres un artistaaaaaaa... muy observador,como nunca a mí se me habría ocurrido(corazones de Florencia).Con una sensibilidad y generosidad enormes.
Gracias por compartir tantas vivencias maravillosas,y darnos la posibilidad de conocer ese "mundillo" en el que te mueves.
Preciosa y triste entrada que nos recuerda con que poco podemos hacer felices a nuestros seres queridos, y ¡cuanto nos cuesta a veces!.
Un abrazo.
Hola Ricard. Preciosa historia que ya conocia. Que sabia, enseñanza.
Un abrazo.
Excelente historia.
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