Era un mes de mayo del 2006.
Hicimos un viaje de fin de semana a Galicia para visitar unos grandes amigos: José Ramón y Teresa.
Nos desplazamos concretamente en A Coruña, donde ellos residían temporalmente, debido a que ambos habían obtenido una plaza en un concurso en su trabajo.
Allí José Ramón, además, se estaba preparando para ascender de categoría laboral.
Teresa, su mujer, estaba embarazada de 6 meses.
Pasaba bastante tiempo sola y agobiada, ya que él tenía que dedicar el mayor tiempo posible en preparar sus estudios y no podía perder la concentración.
Nuestra visita, supuso un respiro de aire fresco para ambos (aunque quien realmente lo necesitaba era ella).
Se los veía felices con nuestra visita y, con la cordialidad que les caracteriza, no dejaban de ofrecernos todo lo que tenían a su alcance.
Salimos de compras en varias ocasiones con Teresa. Estaba encantada de poder compartir opiniones de las necesidades que conlleva la llegada al mundo de un bebe.
Nunca se nos paso por la cabeza que el mundo del recién nacido tuviera y conllevara tantos preparativos. No obstante, nos pusimos al corriente rápidamente, opinando sobre el cochecito más adecuado, los accesorios más útiles y, por supuesto, algo tan importante como la ropa premamá.
Se la veía interesada de nuestra opinión en todo momento.
- ¿Qué os parece esta blusa?, ¿Creéis que me queda bien este pantalón?, y estas braguitas son especiales para premamá, ¿qué os parecen?.
Nos encantaba comprobar que nuestra opinión era importante para ella.
Lo pasamos verdaderamente bien, mientras José Ramón, el pobre, no dejaba de estudiar.
Esa noche, pudimos salir a cenar los cuatro a un fantástico restaurante, donde recuerdo haber comido la mejor tortilla de patatas de mi vida.
Al día siguiente, ocurrió una de las anécdotas más divertidas que recuerdo.
Ramón y Teresa, tenían una gran cantidad de revistas y libros dedicados al recién nacido, las cuales las fui ojeando.
Me llamó la atención la imagen de un bebe, muy rosadito y saludable. Instantáneamente, se me ocurrió una de mis ideas.
Llame a José Ramón y Teresa y les dije,
- ¿Sabéis que mi cámara fotográfica tiene una opción que puede hacer fotografías de rayos X?
Se quedaron callados dudando de lo que les estaba diciendo.
- Sí, sí, mi cámara puede captar imágenes del interior del vientre de las embarazadas y poder ver al bebe.
Se miraron el uno al otro, muy extrañados.
- ¿Queréis que haga una? - insistí.
No estaban muy seguros de que lo que les proponía fuera una buena idea, pero aun así, tal vez por complacerme, cedieron a mi petición.
Podía observar sus caras de inquietud y cierta incredulidad.
- Siéntate en el sillón - le dije a Teresa.
Y tocando con el objetivo de la cámara a su vientre, presione el disparador, soltando un luminoso flash.
Quizás hubiera preferido hacer una foto a sus caras en ese momento, ya que no se podían describir.
Seguidamente, puse la opción de visualizar las imágenes realizadas, y en la pantalla de la cámara apareció la imagen de un maravilloso y rosadito bebe. La cara de asombro de ambos era indescriptible.
Estaban viendo la fotografía de su bebe y no daban crédito.
En ese momento, no pude aguantar más y la risa me delató.
Abrí una de las revistas y les mostré la imagen de un bebe, que previa y premeditadamente fotografié antes de llamarles para proponerles hacer la ecografía casera.
Actualmente, aun no podemos dejar de reírnos cuando recordamos la anécdota.
A los pocos meses nació Oscar, un precioso niño al que queremos con locura.
José Ramón aprobó los exámenes y pudieron cambiar su domicilio. Actualmente residen en Barcelona y nos vemos frecuentemente.
Si tuviera que catalogar a nuestros amigos en una casilla, sin dudarlo estaría en la de BUENA GENTE, y la buena gente siempre tiene lo que se merece, el mejor de los regalos, que en este caso se llama OSCAR.
domingo, 17 de mayo de 2009
ECOGRAFÍA
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4 comentarios:
¿ Te he dicho alguna vez que eres un bicho? De pequeño tenías que ser tremendo. Me encanta como eres.
Gracias por ser así y por tu amistad.
qué bonito ricardo!!!!! una cosita... ya sabes que la mejor tortilla de patatas para mí es la tuyaaaaaaaaaaaaa. noe.
Es un mes de mayo de 2009, estoy intentando escribir unas lineas y Oscar está a mi alrededor reclamando mi atención ¡qué bien! es maravilloso tenerlo conmigo.
Tu relato me ha provocado una gran sonrisa, de esas que iluminan la mirada, es una suerte teneros como amigos, para mí es una tranquilidad porque siempre estais ahí. Para una madre lo más importante son sus hijos y vosotros siempre teneis en cuenta a Patricia y a Oscar.
Gracias, besinos MUACC!! Ese fin de semana en Coruña fue estupendo.Teresina
Eres genial, siempres tienes para ofrecer a los demas, una sonrisa, una esperanza, y mucho cachondeo para alegrar la vida.
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