Seguro que en algún momento tendréis la oportunidad de visitar la increíble ciudad de Firenze.
Para cuando tengáis la ocasión de realizar tan estupendo viaje os voy a poner en antecedente de algo muy curioso que podréis observar cuando visitéis la ciudad. En concreto: los jardines del Boboli.
Los jardines del Boboli están justo detrás del inmenso Palazzo Pitti y se trazaron para los Médicis (residentes del palacio), un año después de que estos lo compraran en 1550. Son un magnifico ejemplo de jardinería renacentista y se abrieron al publico en 1766. Las zonas cercanas al palazzo son las más refinadas del jardín donde los setos aparecen recortados con formas geométricas. Numerosas estatuas, de diversos estilos y periodos, se encuentran distribuidas por el jardín.
Pues justamente a una de esas estatuas me voy a referir.
Existe, en el jardín, una inmensa avenida de cipreses (que se plantaron en 1612) que empieza en la parte alta hasta un gran estanque llamado fuente de Océano.
Cuando empieza la avenida, marchando en dirección del estanque podremos observar una estatua muy curiosa y que me llamó mucho la atención. Dirigiros hacia ella, observar su de perfil y os llamará la atención su prominente miembro. Me resultó muy curioso porque durante la estancia a la bella ciudad pude contemplar infinidad de monumentos, de todos los estilos, pero nunca nada tan obsceno, por ningún lugar de Italia...
Me remonté a la época que se construyó el jardín y todavía me resultaba más desacorde, puesto que, si bien era común observar desnudos masculinos, no lo era tanto es que fueran esculpidos durante la erección.
Poco a poco iba llegando a la altura donde se encontraba la gran estátua . Pasaba de observarla de perfil a contemplarla de frente.
Menuda plancha que me llevé en ese momento.
Lo que en primer lugar observaba como un miembro viril, una vez visto de frente no era más que una simple espada que empuñaba el buen hombre. …Y yo me pregunto, ¿Habrá observado más gente el confuso detalle o sólo me he percatado yo debido a mi imaginación desbordante?
Me consuela saber que desde el año 1612 alguien, aparte de mí, también habrá observado tan curioso detalle.
A quien seguro que se le pasó por alto fue a los dueños del palazzo, dado que con un simple chasquido de dedos, la multitud de operarios y personal de servicio y con tan solo con un pequeño giro a la estatua y confusión solucionada.
Como siempre, no me podía marchar del lugar sin llevarme un recuerdo de tan confusa situación inmortalizándolo con mi cámara.
“La vida no debe ser una novela que se nos impone, sino una novela que inventamos”
(Friederich Von Hardenberg)
martes, 18 de agosto de 2009
LOS JARDINES DEL BOBOLI
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1 comentarios:
Sinvergüenza.
Con cariño Alicia.
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