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martes, 30 de junio de 2009

CARTA A GEORGE CLOONEY

Hola George.
Aprovechando nuestra lejana amistad, te escribo estas letras para pedirte un pequeño favor. En realidad, lo que voy a pedirte no te supone un gran esfuerzo y, aunque así fuese, recuerda que estas en deuda conmigo: te preste el traje que llevaste en la última gala de la entrega de los Oscar de Hollywood…
Paso a exponerte, pues, el motivo de mi presente.
Tengo una amiga que se llama Alicia.
No esta pasando por el mejor de sus momentos.
Desde hace un tiempo, no deja de pensar en tí en todo momento (y la verdad, para serte sincero, no se que ha visto en ti…).
Parece, que sería capaz de dejarlo todo por caer rendida en tus brazos.
Como se que siempre has estado falto de este tipo de cosas, pensé que tal vez podía hacer de celestino y haceros un favorcillo a ambos.
Alicia es una mujer muy auténtica, con mucho carácter y una gran personalidad.
Tiene una gran belleza interior. Respecto a la exterior, estoy seguro que en poco tiempo se la sabrás encontrar.
Ella siempre ha sido muy limpia y ordenada.
Sabe coser muy bien y hace unas colchas de paschword fantásticas.
No se me ha ocurrido preguntarle si le gustaría tener descendencia contigo, pero conociéndola, estoy seguro de que si.
Te voy a dar un pequeño consejo, no se te ocurra nunca llamarla “conillet de vellut”, porque eso le traerá malos recuerdos de un novio que tuvo.
Yo creo que lo mejor es que le llames “muñequita “. Eso la pondrá muy tierna.
Con ella, se te pasará el tiempo muy deprisa. Es muy divertida y cuenta unos chistes fantasti… (bueno, muy malos).
Como nunca me ha invitado a comer a su casa, no puedo decirte que tal cocinera es, pero a mí me da que es más de pollo a l’ast.
Bueno, no te cuento nada más de ella, porque sino, lo vas a saber todo, y en estos casos, es muy importante ir descubriendo poco a poco, los secretos de la pareja.
Por cierto, la próxima vez que vayamos de copas, no te escaquees a la hora de pagar, que la última vez pagué yo todas las rondas.
Haber si me haces una llamadita de vez en cuando, que no te vas a arruinar.
No me digas que eres más e-mail, porque cuando me mandas alguno es para mandarme chistes chorras que no hacen ninguna gracia.
Pero bueno, al menos se que te acuerdas de mí.
Campeón, recuerda que cuando vengas a Barcelona, tienes tu sofá de siempre en mi casa, no hagas la tontería de la última vez que se te ocurrió ir al Hotel Arts… que manía con hoteles raros.
Espero verte pronto y ya me contaras como te ha ido con mi amiga Alicia.
Un abrazo muy fuerte.
Ricardo A

domingo, 28 de junio de 2009

BARCELONA DE NOCHE

Barcelona de Noche, ha sido uno de los locales de espectáculo más antiguos y con más solera de Barcelona.Estaba ubicado en la calle Tàpies, muy cerca del famoso Paral.lel.Durante los últimos años de su existencia, se comentaba que el local estaba afectado por la nueva reestructuración del casco antiguo de Barcelona.Realmente, el local estaba fatal: las cortinas de brillantes lentejuelas y el enmoquetado, disimulaban los desperfectos lógicos de una edificación tan antigua.Las especulaciones sobre el inevitable derribo del edificio puso en marcha una propuesta para llevar a cabo el mayor espectáculo representado por la compañía del Barcelona de Noche.En cabeza de cartel estaba la fascinante Ana Lupez, una bellísima súper-vedette que apostó por la propuesta con el apoyo unánime del resto de la compañía.Cuando se empezaron con los ensayos del nuevo gran espectáculo, ya se comunico a la gerencia del local la fecha de clausura y derribo de la emblemática sala.A raíz de tan dramática situación, se decidió llevar acabo el nuevo espectáculo en otro local. Tras varias negociaciones y de barajar posibilidades, se decidió realizar el espectáculo en el Teatro Apolo de Barcelona.En aquellos tiempos, todavía era el antiguo Teatro Apolo (que unos años mas tarde se derribo para construir el nuevo Teatro-Hotel “Nuevo Apolo”).La dirección del teatro estaba a cargo del fallecido Sr. Colsada, gran empresario teatral, al cual se le propuso la idea de llevar a cabo un magnifico espectáculo en su teatro con la compañía de Barcelona de Noche.La aprobación de la contratación por parte de la gerencia del Teatro Apolo, fue rotunda y apoyada en todo momento.El mayor de los problemas a la hora de llevar a cabo el nuevo espectáculo fue la diferencia de las dimensiones entre el teatro Apolo y el Barcelona de Noche.El Barcelona de Noche, siempre fue un cabaret de discretas proporciones, con un escenario al nivel de la platea y unos medios escénicos anticuados.Por el contrario, el Apolo, contaba con un escenario enorme y elevado, un equipo de iluminación fantástico, unas tramoyas para grandes decorados y una trampilla en el escenario para trucos y efectos.Era evidente que la pequeña compañía del Barcelona de Noche no tenían los suficientes artistas como para llenar el escenario del teatro elegido, con lo cual, la única salida era contratar más artistas y un cuerpo de baile.Entre los nuevos artistas contratados, se eligió Marvin Salas, el que era en aquellos momentos director artístico de La Cueva.Por ese motivo, Marvin Salas tuvo que dejar a sus compañeros de La Cueva para formar parte del elenco del Barcelona De Noche. Creo que cualquiera hubiera hecho lo mismo en su lugar. Se puede decir que fue como un tren que pasó por su puerta y no podía dejarlo escapar. Pasar de una sala de fiestas a un gran teatro del Paralelo suponía una gran experiencia a nivel laboral y la mejoría considerable de su categoría y su currículum.En la imagen superior, Marvin Salas,a la derecha, donde actua actualmente junto a Josephin y Roberto Picasso.Un gran debut del espectáculo fue el preludio de un gran éxito.Marvin Salas realizaba un número magnífico con unas enormes alas cantando una canción de Miguel Bosé.Ana Lupez, en su número principal, lucía la más larga capa jamás puesta en escena en ningún teatro. Era digno de ver.Denisse, un transformista con un auténtico rostro de mujer, bellísima donde las haya y una larga melena rizada. Hacía un precioso número de “Mama, quiero ser artista” con una gran sorpresa al final. Salía durante toda la actuación fantástica, como siempre, y justo al terminar la canción, su vestido caía al suelo mostrando su cuerpo completamente peludo. Un efecto impresionante.El espectáculo se prorrogó varios meses hasta el día de su despedida. Con la clausura del último espectáculo del Barcelona de Noche, no sólo se cierra un capítulo en la historia del teatro, sino en la historia de la cultura de la ciudad de Barcelona.

viernes, 26 de junio de 2009

ADIOS AL REY DEL POP



Sin duda alguna hoy será un día tristemente recordado para todos los amantes de la música.
Se nos ha ido el REY DEL POP: nuestro querido Michael Jackson.
“Nunca pasaste inadvertido, porque así lo quisiste.
Fuiste diferente a todos, porque así lo deseaste.
Y como querer es poder, tú pudiste.
Sabemos que, a tu manera, fuiste feliz y, estamos seguros, que encontraste el secreto de la felicidad: no hacer siempre lo que se quiere, sino en querer siempre lo que se hace.
No se si ya habrás llegado a ese bello lugar o si aun estas de camino, pero de lo que estoy plenamente seguro es que los grandes del espectáculo que ya se fueron te están esperando con los brazos abiertos. Ya me estoy imaginado las discusiones entre Marilin Monroe y Elvis Preysler por ser los primeros en recibirte. Seguro que ella se ha puesto el mejor de sus vestidos y estará sentada en un gran diván pensando en guiñarte un ojo en cuanto te vea. Lo que no saben ellos es que Freddie Mercury tiene las de ganar, con la excusa de que siempre fueron buenos amigos, dice que el será el que le dará la bienvenida.
El caso es que los altavoces del paraíso hoy suenan más fuerte que nunca tus canciones para que sepas al oírlas, que allí también se escuchan. Recuerda que eres tan bueno como lo mejor que hayas hecho en la vida…y precisamente por eso: fuiste el mejor.
Ya no estas con nosotros, pero nos queda la ilusión de que allí donde estés, seguirás componiendo y cantando bellas canciones y seguro que de algún modo, conseguirás hacerlas llegar a nuestros corazones que nunca te van a olvidar porque una parte de ti, estará siempre dentro de ellos.
Creo que no te diste cuenta que estabas en lo más alto y, aun así, quisiste subir un último escalón.
Una vez más lo has conseguido.
Ya no eres solo una gran estrella.
Ya eres un MITO UNIVERSAL.

domingo, 21 de junio de 2009

VIDA

La clave del éxito en la vida es el conocimiento del valor de las cosas.
Tal vez, valore demasiado esas pequeñas cosas que las casualidades de la vida pone
a mi alcance.
Llamémosle casualidad o predisposición, pero el caso es que en aquella ocasión conseguí captar por el objetivo de mi cámara una de las imágenes más bellas y curiosas.
Por cuestiones de trabajo, coincidió una de mis estancias en la bella ciudad de Zaragoza con la exposición universal Expo-Zaragoza 2008.
Me acompañó en todo momento mi querida compañera de trabajo Paquita. Aprovechamos al máximo nuestro bono de tres días visitando los innumerables pabellones.
El tema en que estaba centrada toda la exposición era “el agua”.
A lo largo de todo el recorrido podíamos encontrar todo lo relacionado con el agua y, por supuesto con la vida.
Pudimos contemplar el agua en todos sus estados y sus formas posibles.
La imaginación puso mucho de su parte para conseguir cosas increíbles con un elemento tan básico para la humanidad: el agua.
Me llamó mucho la atención uno de los pabellones: una cortina de agua muy fina caía desde las alturas consiguiendo uno de los efectos más bellos y curiosos.
Se podía observar como a través de la cortina de agua aparecían, durante unos breves instantes, una gran variedad de formas, imágenes, símbolos y/o palabras.
Quise inmortalizar el momento, por supuesto con mi inseparable cámara de fotos. Disparé una serie de fotografías, al azar, con intención de captar alguna imagen curiosa. Los efectos eran muy breves, casi instantáneos, con lo cual el éxito de mi propósito, parecía imposible.
Pensé en desistir y olvidarme del tema.
En ese preciso instante, curiosamente, se puso delante de mi una mujer con un bebe en los brazos. Como último intento presione el disparador de mi cámara sin poner el más mínimo interés.
Mi sorpresa fue mayúscula cuando al poco tiempo, hice un repaso de mis últimas fotografías disparadas y pude observar la ultima: junto a la mama, con su bebe en los brazos, se podía leer perfectamente la palabra: VIDA.
Busqué entre la multitud a la mamá y a su bebé. Pensé que no podía estar lejos ya que todos los visitantes solíamos ir en el mismo sentido. Sabia que fuera quien fuera, les haría mucha ilusión saber que alguien había conseguido una fotografía tan especial.
Los encontré. La mamá, el bebe y el papá.
Les enseñé la fotografía y se quedaron tan sorprendidos como yo.
Me insistieron muy amablemente si podía hacerles llegar la imagen por vía e-mail y, por supuesto, accedí encantado.
La respuesta a mi envió, fue muy emotiva. Estaban muy agradecidos y se sentían muy felices de que junto al ser que habían traído al mundo, se suspendía la palabra VIDA escrita con y en el agua.
Me aseguraron que mientras Dios siga enviando bebes a este mundo, tenemos asegurada la existencia del propio mundo.
-El agua y la vida son como la arcilla, están esperando a que les demos forma.
(Shirley Mac Laine)
-La vida no es más que una sucesión de oportunidades para sobrevivir.
(García Márquez)
-Si amas la vida, economiza el tiempo, porque el tiempo es vida.
(Benjamín Franklin)

viernes, 19 de junio de 2009

EL BRILLO DE TU CARMÍN

El Café Arnau estaba ubicado en el famoso Paralelo, entre la calle Tàpies y Conde del Asalto. En esa zona era muy habitual encontrarse, todas las noches, con chicas y travestidos trabajando en el oficio más antiguo del mundo.
Un personaje muy famoso de la televisión de nuestros días, se dió a conocer gracias al programa Crónicas Marcianas (dirigido por el gran maestro de la comunicación Xavier Sardà).

Al personaje al que me refiero se le podía ver, en algunas ocasiones, por la esquina de Conde del Asalto (donde esta ubicado el conocido Bagdad).
Siempre con su abrigo de piel, con su minifalda, su bolso y sus pestañas postizas.
Era una noche fría de invierno. Una noche de las peores en cuanto al trabajo se refiere.
En varias ocasiones se habían acercado algunos clientes en busca de compañía pero, por el motivo que fuera, desistían de contratar sus servicios.
Era una mujer de éxito con los hombres y, por mala que fuera la noche, siempre terminaba con buena compañía.
Ese día no fue así.
Así que decidió, ir al famoso Café Arnau a tomarse algo caliente y relajarse un poco después de la noche perdida.
Al entrar, vio que en una de las mesas estaban sentadas dos compañeras suyas y se acerco para tomar asiento y charlar.
- Hola, ¿qué te pasa?, tienes mala cara - le dijo una de ellas.
- ¡Estoy hasta el coño! - le contestó –
(Cuando sepáis quién es, veréis que es una contestación muy típica en ella).
- ¿Qué te ocurre? - insistió una de las chicas.
- Llevo toda la noche en la calle y no he hecho nada aún. Se han acercado varios hombres, pero al final, ninguno ha querido ni darme las buenas noches…
- Pero mujer, como se te ocurre trabajar con esos labios.
- ¿Qué ocurre con mis labios? ¿Qué pasa? ¿no estoy guapa acaso?
- Estas muy guapa, pero ¿no sabes que los clientes no van con chicas que usan purpurina?
- ¿Por qué? - preguntó ella muy intrigada
- La purpurina, se pega por todas partes y luego tienen que dar explicaciones a sus mujeres por los brillos que llevan impregnados.
Ella se quedó asombrada…
- Es que tú has nacido para artista, ¡no para puta! - le dijo una de las chicas en plan simpático.
Los que la conocemos, sabemos que siempre ha sido muy ingenua.
Ella se tomó su café y se fue todavía confusa ante la revelación de su amiga.
Las chicas se quedaron riendo.
Una de ellas le dijo a la otra:
- No tenías que haberle dicho nada, tonta. Piensa que contra más trabaje ella, menos lo haremos nosotras.
- Bueno mujer, al fin y al cabo, tampoco trabaja tanto - le respondió.
Al día siguiente, nuestra protagonista, apareció de nuevo en el Café Arnau.
Estaba de mejor talante que el día anterior. Señal inequívoca de que la noche había estado movida.
Observó que las chicas estaban en la misma mesa que el día anterior haciendo una pausa en su jornada de trabajo.
Ella tenía los labios muy rojos, pero ningún rastro de purpurina en ellos.
- Hola chicas – dijo - ¿Qué os parecen mis labios ésta noche? No diréis que no estoy atractiva incluso sin purpurina - dijo en plan de guasa.
- Pues para que lo sepáis, si esta noche no viene conmigo ningún hombre no será por culpa del carmín ni de la purpurina, porque me los he pintado con un rotulador.
Todos los que escuchaban la conversación, estallaron en un mar de carcajadas.
Pero lo mejor fue cuando dijo:
- Sabéis una cosa, como cobro por adelantado, me he tomado la libertad de vaciar todo el bote de purpurina, ¡¡pero en el coño!!.
Sigue triunfando porque vales mucho…

lunes, 15 de junio de 2009

EL CAFE ARNAU

¿Cómo podía olvidarme de contar la verdadera historia de "El Café Arnau"?
Que recuerdos tenemos todos de aquel lugar…
Un lugar que murió como murieron la mayoría de los teatros del Paralelo.
Estoy seguro que ninguno de los artistas de la noche de Barcelona de aquella época deja de mirar hoy en día, con gran melancolía, su puerta tapiada al pasar por delante.
Por entonces, era el lugar de reunión clandestino de todos los artistas. Allí nos encontrábamos todos, todas las noches.
Durante el día era una cafetería de lo más normal: típicos desayunos, olor a café, el típico ruido del molinillo eléctrico moliendo…
Al medio día, el menú, donde los trabajadores de la zona, por un precio económico, les servían comida casera.
Meriendas de viejas por las tardes y, por las noches, las cenas para las parejas que posteriormente acudirían a alguno de los teatros de la zona.
Ninguno de los clientes que durante el día acudían al local podían imaginar lo que ocurría cuando el “Arnau” cerraba sus puertas y ponía el cartel de cerrado.
Era como si, de repente, la magia invadiera el local.
Todo estaba preparado.
Los auténticos asiduos del local estaban a punto de llegar.
A medida que finalizaban de los teatros, iban llegando todos los artistas de esa Barcelona de noche.
Sólo tenían que llamar a la puertecita que apenas se distinguía en el portalón de hierro.
Abría la puertecita el vendedor de lotería de todos los días, que, como no, sus ventas eran nocturnas al contrario del resto de loteros.
Daba amablemente las buenas noches a todos y cada uno de los que iban entrando.
¿Qué será de aquel lotero?... me pregunto…
Allí podías encontrarte a cualquier famoso.
Desde las vedettes del Molino, al magic Andréu, Amparo moreno, Regina Do Santos, hasta la mismísima Sara Montiel o a Norma Duval comiéndose una hamburguesa con las manos. Eso si, con su fabuloso abrigo de pieles colgado del respaldo de su silla.
En esas noches mágicas, los empresarios de los teatros, merodeaban por la sala y fichaban a las nuevas figuras para sus próximos espectáculos y negociaban sus caches. Se hacían corrillos entre los bailarines chismorreando cotilleos sobre si una se había puesto más pecho o si otros se lo habían montado en un palco con algún cliente.
Resultaba curioso ver como los bailarines se comían aquellos platos combinados… ¿dónde metían toda esa comida esos cuerpos tan delgados?.
En alguna ocasión, se podía presenciar algunos ataques de celos entre algunas de las primeras figuras.
Me quedé asombrado un día que dos chicas del Teatro Arnau (que no voy a decir sus nombres) se estaban peleando por "el feo" de Los Hermanos Calatrava.
Dios mío…pero que le veían a ese hombre…
Recuero que un mago, nos hacia unos juegos en la mesa donde estábamos cenando. El hombre se lo curraba. Parecía que estuviera actuando para el público del teatro.
Luego me enteré que lo único que pretendía era que un representante de la mesa de detrás se fijara en él para llevarlo en sus espectáculos.
También acudían algunas noches algunos suministradores de productos para los artistas, como medias de rejilla, pedrerías de cristal, telas…
Acudían, también, frecuentemente, unos artistas del Chez Nous de Berlín, que traían maquillaje de Alemania donde lo conseguían más barato y se ganaban un dinerillo extra.
En ese lugar todo funcionaba así.
Era como un mercadillo donde se podía suministrar y conseguir información de todo lo relacionado con el mundo del espectáculo.
Allí nos encantábamos todas las noches, cuando las calles se estaban regando. A la hora que los camiones se dirigían a Mercabarna en busca del genero para los mercados.
La señal inequívoca de dar por terminada otra de las jornadas fantasmas, era cuando los rayos de luz del amanecer aparecían por alguna de las ventanas traseras.
El Café Arnau tenía que estar preparado para abrir sus puertas y servir el desayuno de los más madrugadores.
Seguro que ninguno de los soñolientos primeros clientes del día, se podía imaginar que tan sólo unas horas antes, la magia del espectáculo estaba presente en ese mítico lugar: el desaparecido "CAFÉ ARNAU".

viernes, 12 de junio de 2009

EL BALCÓN DE JULIETA

Acertadísimo estuvo William Shakespeare cuando escribió la tan genial tragicomedia Romeo y Julieta.
No pudo elegir un lugar mejor y un entorno más romántico para que los eternos enamorados llevaran a cabo su conocido romance.
Durante mi estancia en la italiana ciudad de Verona, medieval donde las haya, no podía olvidarme de visitar tan emblemático lugar: el balcón de Julieta.
En el nº 21 de Vía Capello, se encuentra el enorme arco de piedra que nos da acceso a un amplio pasaje cuyas paredes están llenas de escritos, notitas y poemas de amor que han dejado los enamorados llegados de todos los lugares del mundo.
Hay tal cantidad de pintadas, que se hace muy difícil encontrar un huequecito para poder escribir algo.
¿Creéis que yo no deje el mío?...
Por supuesto que lo dejé.
Con un poco de esfuerzo, pero mi "posit" quedó pegado en una de las emblemáticas paredes.
Una vez pasado este pasaje, podemos encontrar dos importantes objetivos para visitar dignos de fotografiar para el recuerdo.
Por un lado, el famoso balcón de Julieta, donde ocurrieron los hechos (por 4 euros se puede acceder por la casa-museo).
Justo debajo, esta la estatua de Julieta, que con un poco de paciencia después de esperar la larga cola, podrás tocarle el desgastado pecho.
Esa parte me la salté, ya que no tuve ningún interés en tocar un pecho de bronce.
Recomiendo la visita, aunque el balcón de Julieta, es una de las tantas maravillas que podréis encontrar en la bellísima Verona ubicada entre las ciudades de Milán y Venecia.

jueves, 11 de junio de 2009

Y SUS PIES... TOCARON EL SUELO (Angelina 5ª parte)

Angelina hizo su debut en la sala de fiesta "La Cueva"
Por primera vez, una imagen suya lucia cada noche en la entrada de una sala de fiestas. Era una sensación extraña para ella. Interiormente, se cuestionaba si realmente iba a estar a la altura de las circunstancias.
Hasta el momento, todo había sido un juego que, sin ninguna duda, le parecía el más divertido, pero por primera vez tuvo que empezar a contar letras y comprobó que la palabra responsabilidad tiene más letras que la palabra jugar.
En “La Cueva”, cambiaron todos los hábitos de trabajo. Existían normas y disciplina. Algo que, aboralmente hablando, Angelina, desconocía por completo.
Su situación económica empezó a cambiar desde el primer día. En aquella época ganar más de cien mil pesetas al mes (más de 600 euros) era muchísimo dinero.
La consecuencia de tal cambio: necesitaba un buen repertorio, un buen maquillaje y, por supuesto, un magnifico vestuario.
Angelina contaba conmigo en todo momento.
Mi experiencia en Belle Epoque sirvió de mucho a la hora de darle consejos. También pude asesorarla en cuestión de maquillaje y estética. Y, como no, tuve que confeccionarle un buen vestuario, acorde a las exigencias tanto del escenario, como de los números del nuevo espectáculo.
A mí me interesaba tanto el trabajo de “La Cueva” como a ella, ya que significaba confeccionar el nuevo vestuario de Angelina y la posibilidad de confeccionar el vestuario de sus compañeros y, con un poco de suerte, tal vez, el de los próximos espectáculos.
Ella me comentaba que todos sus compañeros eran encantadores con ella. Yo tenía un presentimiento: todo no era tan fantástico como parecía.
En realidad, la rivalidad entre los artistas era muy fuerte y, en especial, con Manoli la Torbellino.(imagen superior)
Por otro lado, no era lo mismo trabajar un fin de semana y con distintos compañeros, que todos los días con la misma plantilla.
Manoli la Torbellino era la más antigua de la casa y marcaba su territorio con todos los compañeros.
A pesar de que Paco dijera que la vedette era la caja, ella no permitía que nadie destacara más que ella y daba por sentado que, sin ninguna duda, era la primera figura del espectáculo.
Con Pedro Montes, la relación era más fácil. Ya habían trabajado anteriormente en “El Horóscopo” y en varios bolos, con lo cual había una amistad un tanto especial entre ellos.
Con Desiree, las diferencias tenían otra causa: el vestuario.
Era evidente que no le gustaba que el vestuario de Angelina fuera más variado y mejor que el suyo.
Desiree proponía constantemente hacer dúos en lugar de números solistas, con el fin de sacar las dos chicas vestidos iguales. De este modo, Angelina sacaba un modelito menos al cambiar su número particular por un dúo con Desiree (aunque cueste creerlo, el mundo del espectáculo es así de complicado)
Con Marvin Salas, no solía haber problemas ya que, desde el primer momento, había muy buena química. Teníamos por costumbre salir a cenar algo los tres, al terminar el espectáculo, al famoso "Café Arnau" (hay tanto que contar del Café Arnau…nadie se imagina lo que había cada noche detrás de sus puertas bajo el cartel de "cerrado").
Angelina en “La Cueva” maduró por completo.
En ocasiones, la miraba desde el otro lado del escenario y me costaba reconocerla. Estaba dejando de ser esa niña con la ilusión de ser artista. Se estaba convirtiendo, a pasos en una verdadera profesional de los escenarios.
Sus números cada vez lucían más. Cantaba mejor y, por supuesto, aprendía las coreografías rápidamente.
Mi situación también empezó a cambiar. En “La Cueva” acudían muchos artistas conocidos. Recuerdo que una asidua a la sala, era Carmen Flores (la hermana de la desaparecida Lola Flores). También asistían, con frecuencia, los artistas del “Barcelona de noche”, donde, en aquella época, triunfaba como primera vedette Ana Lupez.
También los artistas de “El Molino” y el “Arnau” visitaban frecuentemente el local.
Empecé a conocer mucha gente del mundo de la noche y, Angelina me hacía la mejor de las publicidades, con lo cual me empezaron a llegar los primero encargos de todo tipo de vestuario a medida.
Así, tuve que adaptar mi casa a las circunstancias. Lo que antes era un gran comedor se convirtió en un taller de costura que alternaba con mi trabajo fijo en un hotel.
Ambos nos acomodamos a ese tipo y ritmo de vida.
Marvin Salas seguía con el mando del espectáculo. Montaba nuevos números de conjunto y se ocupaba del vestuario de la casa.
El vestuario (de la casa) constaba de la presentación, la apoteosis final y los números de conjunto. El resto de vestuario lo tenía que poner cada artista.
Una de tantas noches llegó al camerino Marvin Salas y nos dió una noticia:
- Chicos -nos dijo-, he hablado con Paco. Me voy de “La Cueva”.
- ¿Cómo es eso? -preguntaron todos-.
- Me han ofrecido un contrato en “Barcelona de Noche”. Esta es la última semana que trabajo aquí.
Era una noticia inesperada.
Eso suponía que se quedaban sin director artístico.
A partir de ese momento empezaron un montón de cambios en “La Cueva”… y por supuesto, un cambio inesperado para mi. Pero eso os lo contaré en otra ocasión…

miércoles, 10 de junio de 2009

PASTANDO EN LA CIUDAD

Era una tarde de mayo, del año 2008, en pleno centro de Ámsterdam.
Para muchos, el día de terminaba y, para otros, lo mejor del día estaba por llegar.
Durante nuestra estancia en tan particular ciudad, os puedo asegurar, que todas las horas del día fueron maravillosas.
Estábamos en la céntrica Plaza Dam.
Frente a nosotros, la fachada del famoso Museo de cera Madame Tusseud, cuya visita estaba planeada para el siguiente día. Queríamos asegurarnos de su ubicación para no perder tiempo en encontrarlo.
Una gran feria, con las más altas atracciones, con sus luces intermitentes y sus variadas sintonías, daban la sensación del más festivo de los días.
La gente joven se movía por todas partes, siempre acompañados por una botella de cerveza en la mano.
La libertad del país se apreciaba por toda la ciudad, donde los típicos coffe-shop (cafeterías donde se vende legalmente, las conocidas drogas blandas, para consumirlas en dichos locales) se llenan de consumidores habituales pasando la tarde fumando y bebiendo con sus colegas.
El barrio rojo se preparaba para alumbrarse, encendiendo las bombillas y dando ese color tan característico. Los escaparates de señoritas concentraban una gran multitud de visitantes deseosos de vicio.
Pasamos un buen rato intentando captar una instantánea de una de las atracciones. Una canasta que subía hasta una altura, a mi parecer, desmedida, que se precipitaba al vacío cortando la respiración de los ocupantes.
No dejaba respirar a mi cámara. Las imágenes captadas no tenían desperdicio. Caras desencajadas, presas del pánico.
Tenía que esperar que se vaciaran las canastas del grupo anterior para subirse los del nuevo turno.
Mientras esperábamos, intentamos matar el tiempo mirando el interior del comercio que teníamos detrás nuestro y, que hacía unas horas, había cerrado.
Se podía observar algo muy curioso. Del techo estaban suspendidas un grupo de vacas que, pastando en un extenso prado verde, no dejaban de mirarme con toda la calma del mundo.
No me puedo creer lo que estoy viendo.
¿Será un efecto óptico que a media luz hace desvariar la imagen?
O, ¿tal vez es el efecto de algún coffe-shop cercano que sus aromas alucinan a los transeúntes? El caso es que allí estaban ellas. Suspendidas tan placidamente.
Las imágenes que capté esa tarde fueron estupendas, pero sin ningún tipo de duda, fueron mucho mejores las del siguiente día cuando el comercio abrió sus puertas y todos sus clientes hacían sus compras bajo ese techo lleno de vacas.
Siempre pensé que mi imaginación era desbordante, pero ese día se superó, pues lo que no dejaba de pensar era si eran vacas lecheras o no. En caso de serlo, ¿cómo se podrían ordeñar para que la leche llegue al cubo?
El que sepa como hacerlo, que me lo diga, porque desde ese día no dejo de pensar en ello…

domingo, 7 de junio de 2009

MI PRIMERA ESCUELA

Las grandes oportunidades no se buscan: se encuentran.
Tal vez, el destino, las ponga a nuestro camino o, el azar haga que, nuestro paso, se tropiece con ellas.
De un modo u otro, el destino o el azar, hizo que conociera a Dolly Van Doll en el mejor de los momentos.
Faltaba poco tiempo para clausurar el espectáculo que estaba en cartel en esos momentos.
La fecha para el estreno de la nueva producción ya estaba concretada. Las publicidades impresas. Los números ensayados. Todo el entramado técnico a punto.
El único problema era el vestuario. Una gran parte del mismo estaba por terminar y, el tiempo se les echaba encima.
La mayoría de los trajes estaban en proceso de confección y otros ni siquiera se habían empezado (como los trajes de un número de payasos y los de la apoteosis final, que se supone que tienen que ser los más espectaculares).
El nuevo espectáculo se llamaría “MASK” (máscaras) y, en relación a ello, al final del espectáculo debía salir cada artista con una especie de pai-pai lleno de telas brillantes y piedras preciosas en cada mano. Cada pai-pai tenía en la parte visible para el público una máscara maquillada igual que el artista, de modo que parecía que tenía tres caras.
Los cuatro actores principales representaban el hielo, el agua, el aire y la tierra.
El traje del final de Dolly Van Doll, tenía que ser blanco, ya que representaba el hielo. Era un vestido largo con cola y ella misma lo estaba bordando poco a poco con fleco de canutillo de cristal. Llevaba tres meses cosiendo las tiras de cantillo con mucha paciencia y aún le quedaba más de la mitad.
Los nervios eran evidentes en aquellos momentos.
Dolly, estaba muy preocupada y comentaba con Toni el problema que tenía para poder estrenar en la fecha concretada.
En algunas de sus conversaciones estuve presente y me permití interrumpir.
- No se si puedo ser de mucha ayuda, pero si queréis que os ayude a coser, tengo todas las tardes libres. -les dije a ambos-.
Dolly y Toni se miraron el uno al otro y Toni afirmó
- Ricardo ha confeccionado el vestuario de Angelina, ¿recuerdas que te lo dije?
- Pues no es mala idea, dijo Dolly.
- No soy un experto en la confección, pero si me decís lo que tengo que hacer, estaré encantado de poder formar parte, por poco que sea, del nuevo espectáculo –dije-.
Dolly agradeció enormemente mi ofrecimiento ya que cualquier pequeña colaboración sería muy importante para llevar a cabo la nueva producción, y yo me sentí muy alagado por su aprobación.
Yo no cabía dentro de mí de la ilusión. Por otra parte era una responsabilidad, ya que no podía permitirme estropear ninguna de aquellas telas tan caras.
No me podía creer que podría tocar aquellos artículos que brillaban tanto. Coser aquellas telas que en mi vida había visto y lo que es más importante, que algo elaborado por mí, saldría en un escenario de esa categoría. Que fuerte…
Al día siguiente me puse manos a la obra y colaboré encantado a todo lo que me pedían.
La sastrería estaba en el piso superior, detrás de los palcos que había frente al escenario.
Recuerdo que el sastre se llamaba Sr. Francesc. Un señor catalán muy agradable. Había un equipo de modistas, que la verdad, después de más de veinticinco años no recuerdo sus nombres.
Realmente, aprendí a pasos agigantados y descubrí técnicas de trabajo, que sin ninguna duda, me han servido de mucho el resto de mi vida.
Ha sido la mejor oportunidad que he tenido, no sólo por lo que me enseñaron, sino, que además, conocí gente estupenda que en aquellos momentos me parecían inalcanzables.
Por cierto, mi labor en el nuevo espectáculo, entre otras cosas, fue la confección los pai-pai, donde posteriormente irían las máscaras maquilladas.
¿Os cuento un pequeño secreto?: el espectáculo se estrenó el día previsto, sin ningún contratiempo, aunque muchos trajes estaban sujetados con imperdibles a medio hacer y otros aún con los hilvanes, pero os aseguro que el público no se dio cuenta de nada.
Gracias Dolly, por confiar en mí, darme una oportunidad y, sobretodo, por tu amistad.
Me hizo mucha ilusión verte la última vez que estuve en Valencia y estuviste a mi lado disfrutando de la mascletà.

miércoles, 3 de junio de 2009

BELLE EPOQUE

Una de las épocas que más han marcado mi vida, fue cuando, afortunadamente, conocí el magnifico Music Hall: BELLE EPOQUE.
Tal vez por mi juventud, mi inexperiencia, o mi ilusión por conocer el mundo del espectáculo, se me antojó que era lo más maravilloso del mundo.
(si queréis conocer con todo detalle como ocurrió ese casual encuentro, lo podréis leer en la entrada del blogg ``Sigo oliendo a nenuco´´10-5-2009).
Mi amigo Toni me presentó a Dolly Van Doll, una magnifica mujer con la imaginación más impresionante que he conocido. De cualquier pequeña idea, de repente, imaginaba el más magnifico número, sorprendiendo, por completo, al más experimentado de los asistentes a sus espectáculos.
Hay que reconocer que, aparte de Fernando, su marido, que llevaba la gestión de la empresa, estaba rodeada de, quizás, los más grandes de la profesional que colaboraban, en todo momento, en sus producciones.
Un factor importante para llevar a cabo ese ambiente mágico: la sala.
Antiguamente fue un cine. El antiguo cine Moratín que, una vez clausurado, se convirtió en el elegante Music Hall, donde todo era posible.
Cuando llegábamos al teatro, éramos recibidos por un uniformado portero que nos daba la bienvenida e inmediatamente, nos veíamos inmersos en un mundo fantástico donde todos y cada uno de los miembros del equipo nos hacían partícipes de él.
Una vez en su interior, nos reciben los polifacéticos actores con sus elaborados maquillajes y con el más sorprendente vestuario.
Un trapecista, colgado de un columpio, nos daba las buenas noches y, unos arlequines, en blanco y negro, nos ofrecen unos programas con el contenido del espectáculo.
Una muñeca de porcelana, de tamaño humano, nos dejaba con la duda de su parte humana, dándonos besitos de un modo mecánico. Los camareros, con riguroso uniforme de estilo muy parisino, nos acompañaban hasta las acogedoras mesitas con sus mantelitos rosas ubicadas en el patio de butacas.
La velada estaba amenizada, en todo momento, con una agradable música en directo que procedía de uno de los tres escenarios que presidían el teatro.
Todo este preámbulo, sólo era el principio de lo que prometía la noche, el espectáculo más innovador en las noches de Barcelona.
El show contaba con un gran maestro de ceremonias, Miguel Ángel Gener, que encandilaba al público con sus presentaciones y participaciones.
El director artístico era Pascal Chevalier, bailarín francés, rescatado de la desaparecida Scala Barcelona, capaz de crear las más sorprendentes coreografías del momento.
Danielo, maestro del diseño y, artista polifacético, que junto al elenco de bailarines, destacaba en todos sus números.
El humor corría a cargo de Mimi Pom Pom, un gran artista canario, con mas de cien quilos de peso y rey del transformismo. Era capaz de hacer reír al público durante toda su actuación.
Dolly Van Doll, que encandilaba al publico con sus fascinantes números como “La dama del paraguas" (sobre patines), "La mariposa voladora", que por arte de magia volaba por todo el escenario dejando atónito al público, intentando descubrir como era posible que ningún sistema aparente, permitía volar a la artista sobre sus cabezas.
Lo más impresionante del espectáculo, sin ninguna duda, era la apoteosis final. Enormes miriñaques, largas capas multicolores, tocados de grandes dimensiones, abanicos luminosos y valieres con forma de bombonera, formaban el más sorprendente vestuario. En una palabra… lujo y glamour sobre el escenario.
Todas las noches, el público, puesto en pie y bailando con la música de despedida eran bombardeados con inmensos cañones de confeti multicolor poniendo el punto y final a una noche que seguro no olvidarían en mucho tiempo.
De todas formas, tengo que anticiparos que lo más sorprendente, aun está por contar….

lunes, 1 de junio de 2009

CARMENCITA Y LA RANA

Carmencita siempre fue una niña buena.
Desde pequeña, disfrutaba leyendo cuentos infantiles de fábulas y aventuras.
Además le encantaba disfrazarse de hada, de reina, de princesa…
Solía pasarse el día cantando por el salón de su casa preguntando a su papa,

- ¿Quién es la princesa más bonita del reino?
Su papa, le contestaba que, sin duda alguna, no existía princesa más bella que la que tenía delante.
Sin ninguna duda, era la niña de sus ojos.
De todos los cuentos que leía, ella se veía la protagonista de la historia, metiéndose en el papel de tal manera que, incluso, le pedía a su papa, que le llamase por el nombre de la protagonista.
Su papa, antes de comprarle un nuevo libro, conociendo a su hija, se aseguraba que la historia no estuviera protagonizada por niña traviesa, ni maleducada, para que la niña no adquiriera ese rol.
Fue pasando el tiempo y la niña fue creciendo, pero su mente infantil seguía en ella.
Seguía queriéndose parecer a los personajes de sus historias, y sintiéndose la princesa más bella del lugar.
Un buen día, su papa le regaló un libro con una bonita historia protagonizada por una princesa, muy bella, un príncipe y una rana.
La protagonista del mismo, estaba enamorada del príncipe, que por culpa de un maléfico hechizo, se convirtió en rana. Sólo el beso de su amada, podía devolver al príncipe a su aspecto anterior.
Una noche, su papa entro en la habitación de su hija para darle un beso antes de acostarse. Ella aún estaba despierta y al ver a su padre empezó a relatarle la historia de la princesa, el príncipe y la rana, detallándole como la princesa tuvo que besar a la rana para que se convierta en príncipe.
En ese mismo instante el hombre, observo que algo se movia bajo las blancas sabanas de hilo.
Asombrado, le dijo a su hija, que es eso que se mueve?
Pues no lo se, dijo la niña con cara de asombro.
De pronto, apareció un joven muchacho un tanto asustado.
El hombre se quedóo muy sorprendido al ver la escena.
Entonces Carmencita con cara de inocente dijo a su papa...
- Yo no se nada, papa, simplemente le dí un beso a una ranita que estaba en mi cama.
Me temo que su papa no se quedó muy convencido de la historia, porque a partir de ese día dejó de comprarle cuentos, ya que el verdadero cuento lo tenía ella.

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