Durante nuestra estancia en la ciudad de Nápoles, algo llamó poderosamente nuestra atención.
Paseando por la Piazza San Gaetano, observamos un gran cartel anunciando “NAPOLI SOTTERRANEA, REGRESE A LOS ORIGENES”.
Nuestra primera impresión fue que se trataba de la típica atracción de feria donde montados en un cochecito y guiados por unos rieles, nos veríamos transportados por un mundo irreal lleno de muñecos de cartón piedra y decorados llenos de polvo.
Como nuestro cometido era divertirnos y disfrutar de la estancia decidimos adquirir los tickets y dejarnos llevar. Desde del primer momento nos sorprendió que para el recorrido nos asignaran un guía y que la duración de las visita seria aproximadamente de una hora y media.
A los veinte minutos de espera nos juntamos un grupo de unas diez personas e iniciamos nuestro recorrido dirigiéndonos a una casa particular cercana al punto de encuentro.
El guía llamó al timbre para avisar nuestra visita y, atravesando la vivienda amueblada un tanto anticuada, llegamos a un pequeño dormitorio. Nos informaron que durante unas obras de mejora del edificio encontraron unos restos arqueológicos e indagando sobre ellos, pudieron descubrir que lo estaba sepultado bajo los cimientos del edificio era lo que había sido un teatro romano de grandes dimensiones..
No con demasiado esfuerzo, nuestro guía, deslizó una cama hacia un extremo del dormitorio, dejando al descubierto una escotilla secreta,y la abrió dejando al descubierto un gran pasadizo de piedra. Debajo de nuestros pies teníamos uno de los teatros romanos más importantes de la época y ese pasadizo no era más que un túnel de servicio que comunicaba con el teatro de Neapolis.
Descendimos por el pasadizo y pudimos contemplar los enormes túneles de piedra que formaban los pasillos de acceso a las gradas del teatro donde nos aseguraron que en una ocasión Nerón cantó para el público asistente.
A partir de ese momento nuestro recorrido fue de lo más interesante cuando a través de pasadizos y túneles descendimos hasta 40 metros de profundidad dirigiéndonos a una enorme galería donde antaño estuvieron inundadas y abastecían de agua potable a la ciudad.
Posteriormente se construyó un gran acueducto para hacer llegar el agua y las galerías subterráneas dejaron de tener su cometido.
Con el estallido de la segunda guerra mundial estos enormes habitáculos se utilizaron como refugios antiaéreos y pudimos observar bombas dibujadas por los niños en las paredes y una gran cantidad de juguetes que quedaron olvidados por los pequeños. En algunos momentos de nuestro recorrido atravesamos túneles de dimensiones muy reducidas e incluso teníamos que pasar de lado y con la única iluminación de unas velas.
Llegado al punto más bajo del recorrido, después de un difícil acceso, llegamos a un inmenso lago subterráneo que nos dejó asombrados por completo. Otra parte del recorrido fue la zona donde estaba ubicada la ciudad y las viviendas de los habitantes. Parecía estar viviendo algo irreal y costaba de creer que debajo de la ciudad había otra autentica ciudad sepultada con sus casas, comercios, termas, teatros y todo lo que compone una urbe de grandes dimensiones.
En algunos lugares del recorrido pudimos observar restos de huesos humanos que aparecían según realizaban las excavaciones. Me gustaría explicarlo todo con más detalle, pero para ello necesitaría las páginas de un libro.
De todos modos si queréis información al respecto la encontrareis en:
www.napolisotterranea.org
Recomiendo su visita porque realmente merece la pena.
“La principal enfermedad del hombre es la curiosidad inquieta de lo que no puede conocer”
(Blaise Pascal)
lunes, 5 de octubre de 2009
VIAJE AL SUBSUELO DE NAPOLES
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2 comentarios:
Me he sentido transportada a este lugar con la lectura de tus letras, es muy interesante, una aventura todo el recorrido, gracias
Que maravilla, como me hubiera gustado estar allí y poder sumergirme en el pasado.
No dejes de escribir, esto sería muy soso sin ti.
Con cariño.
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